Hay cosas envidiables de emprender, y emprender desde la oficina de tu casa, como evitar el metro abarrotado a las ocho de la mañana, el atasco de las siete de la tarde o los tuppers de las sobras de la cena a medio día. Si, ahorras tiempo, puedes aprovechar ese tiempo para descansar, ir al gimnasio, ir a tomar café a cualquier hora o hacer lo que te apetezca. En mi caso la mayor motivación por emprender fue crear una familia y poder conciliar o al menos intentarlo.
Aunque desde fuera todo parece increíblemente idílico, también existe una parte oscura de emprender desde la pequeña oficina de tu casa. Puedo contarte desde la confianza que existe un lado oscuro. Después de casi un año y medio de emprender ya puedo ver todos mis puntos flacos que hacen descender la productividad de forma estrepitosa.
Hoy quiero compartiros mis trucos y consejos para que esto no os ocurra también a vosotras.
Preparación
Cada noche hago una lista con los proyectos o tareas que debo finalizar mañana. Divido la lista en tres columnas, las urgentes, las que debería finalizar pero nadie moriría si no lo hago y las que están pendientes o no dependen de mí hasta que no reciba documentación. Del mismo modo dentro de cada columna escribo las que tienen más prisa las primeras y las que urgen menos al final de la lista. Preparar esta lista implica que el día siguiente ya comienzo enfocada a realizar estas tareas.
Rutina Diaria
Para mi, es importante tener una rutina cada día. Tras muchas veces teniendo semanas de 14 horas diarias de trabajo o incluso más, decidí imponerme una rutina. En ciertas ocasiones adelanto mi hora de inicio si es necesario, pero trato de cumplir esos horarios por salud mental. A veces soy mi peor jefa.
Cuidarme
Con la pasión del trabajo, me encuentro que el reloj marca una hora que ni imaginaba, por ello estoy implementando la técnica Pomodoro. Trabajo durante 40 – 50 minutos y me doy un break de 10 minutos.
70 – 80%
Aunque me encantaría finalizar todas las tareas de mi lista diaria; no soy un robot. Todavía estoy tratando de sentirme a gusto con este hecho, pero creo que llegaré a estar más que satisfecha cumpliendo el 80% de las tareas diarias de la lista.
Spotify
El efecto de la música en mis venas hace que mi creatividad ascienda un 200%. Me encanta descubrir nueva música que me inspire y ayude a realizar los diseños de forma más dinámica. Reservo escuchar música cuando no necesito estar concentrada escribiendo emails o presupuestos.
Plan B
¡Un plan B siempre viene bien! Todos tenemos días malos, donde todo te pesa y no ves la salida, para esos casos en que la motivación escasea: amigos, cena de pareja, llamada de skype a colegas o ¡sesión de dibujo! ¿Cuál es tu salida de escape?
¿Cuáles son tus acciones para no acabar sobresaturada, colapsada o desmoralizada?